Por: Ruth Campos L.
En una ciudad tan convulsionada por los problemas de tránsito, basura e inseguridad, pasando por el agua, la electricidad, vivienda y delincuencia, y basándose en promesas que hasta hoy no han cumplido ni siquiera estando en puestos en los que podrían ya bien haber trabajado o propuesto algo concreto, nos encontramos a candidatos de partidos políticos que desean llegar hasta la cereza del pastel, cosa que dicho sea de paso ya no encontrarán pues ya otro se la comió y hasta el tallito anudo con la lengua para que no encuentren más que un pastel mordisqueado, lamido y rancio como sus aspiraciones.
Así vemos desfilar a un ex director del IMSS al que pocos conocían, a una mujer tan controvertida como Alejandra Barrales, a quien ya una vez le robaron la candidatura legítima de la ciudad y ahora a la usanza de su mentor –AMLO- se aferra a llegar, a Claudia Sheimbaum otra mujer que viene trabajando a un lado del Mesías Tabasqueño hace años y que arrastra cadenas tan fuertes como su marido y más reciente cuestionamientos que tienen que ver con negligencia y pérdida de vidas a partir del terremoto del 19S.
Y luego vemos a los candidatos independientes, 3 de 12 que se anotaron para la contienda, Xavier González Zirión, empresario farmacéutico y sobrino del “Dr. Simi” quien desde diciembre y tras pocos días de anotarse a la contienda creó polémica por haber “juntado las firmas necesarias” para competir y hasta prometió ayudarles a otros candidatos a conseguirlas, aun cuando de las 75 mil firma presumibles 9 893 eran apoyos duplicados o cómo el INE dijo por errores de la aplicación que parece ser disléxica se confunden los números 8 con la B os 7 con la T y la participación con chanchullo, de ahí que muchos de esos a los que se les prometió ayuda entre ellos Demetrio Sodi ahora estén pidiendo que se le investigue antes de hacerlo candidato.
Con 600 mil votos dentro de una caja de zapatos Pedro Pablo de Antuñano, a no perdón, esos eran pesos que no pudo explicar y después tuvo que dejar su cargo en la delegación Cuauhtémoc, pero eso es otra historia, ahora este quiere hacer historia en la CDMX y a su decir ya juntó las firmas necesarias.
Y calladita pero muy hacendosa encontramos a la candidata Lorena Osornio Elizondo de quien las redes sociales dan cuenta de trabajo en campo para la obtención de firmas y que de los tres que quedaron en la contienda reporta al INE el menor monto de gastos para la obtención de firmas con un total de 4 mil 680 pesos contra 508 mil pesos de Antuñano y un monto no reportado de Zirión.
Lorena Osornio cuenta entre sus logros la instalación de una casa albergue para familias de comerciantes con pocos recursos, que en muchas ocasiones vienen del estado de México a trabajar y la poca paga y dificultades de traslado los hacen dejar a su familia por días, con un precio simbólico de $300 pesos hospeda a familias en un predio ubicado y acondicionado dignamente en las calles de Comonfort y Libertad; cuenta también con una tortillería la cual desde hace tiempo viene ofertando su producto en $10 pesos como apoyo a la economía de los que menos tienen y un programa para Padres –hombres- solteros que beneficia a ciudadanos de verdad, como aquellos que le otorgaron su firma sin logaritmos disléxicos y sin suspensiones cuestionables.
Si buscamos representación en una contienda tan “nutrida” como esta debemos voltear a un verdadero candidato Ciudadano, uno que vive en el barrio, entre la gente con necesidades y buscar entre quienes no andan por la vida sorprendiendo a los que votan por ellos con acciones que más bien parecen mentadas de madre que acciones por una ciudad.
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