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Transparencia sin dudas.

Por Genaro Rico Martínez

Creo que difícilmente, el hombre tiene un límite de saciedad de la riqueza. No hemos aprendido a ser felices con lo necesario, pensando que acumulando mucho si lo seremos. Hay fortunas que alcanzan para dar bienestar a 3 o 4 generaciones espléndidamente y aún así siguen en la puja porque desean más y más. Ojalá fuera de forma orgullosamente digna para ejemplo de los que empiezan, ¡pero no!; es de manera ventajosa, indigna, abusiva y fraudulenta porque esa ansia de riqueza corrompe y pudre la esencia y el alma de las instituciones y del hombre.
Sólo el 20% de la población concentra la riqueza nacional a manos llenas y desbordantes que se justifica por estos incalificables actos de la cadena del poder a la cual sumaron al PAN, aprendiendo magistralmente en 12 años su curso intensivo, con dos esplendidos alumnos roedores Fox y Fecal. Por eso el dinero público, las licitaciones, deben ser diáfanas, cristalinas y realizadas en casa de cristal.
Quienes ejercen los primeros niveles del poder gubernamental no deben de participar en estas operaciones directa o indirectamente, porque quienes defendemos el proceso, quedamos sin argumentos para defender los principios de la 4T, a sabiendas que el gobierno y sus actores están bajo la lupa de los críticos y enemigos del cambio.
Si el proceso se vicia y no cambia sustancialmente y cae en las mismas pifias, 30 millones simplemente no daremos marcha atrás ni como opción. El principio del cambio está presente y no cambiará el sueño de libertad y justicia; vendrán nuevas oportunidades y generaciones que serán relevo del cambio para consolidar este ideal de unidad y transformación hacia un país demócrata, honesto, justo y libre de corrupción.
No mentir, no robar y no traicionar: principios que deben permanecer tatuados en la mente y en el corazón de nuestra dirigencia para mantener vigentes e íntegros los baluartes que alientan nuestra lucha y que nos hacen diferentes al pasado. Caer en estas debilidades teniendo sobradamente más de lo esencial, es ocio negativo de poder. Cito esta idea cuando el sistema de vida funcionaba en el derroche y en la búsqueda de ganancias ilimitadas, re empieza en un punto crítico que obliga a la reflexión.
Se hace imperativo el re examen sobre las causas profundas de los conflictos que nos cuestionan; en él no caben correcciones superficiales. Es preciso efectuar un análisis sereno pero radical sobre las premisas en que se funda la actual política económica y social.
Aclaremos, seamos también autocríticos, nos hará bastante bien ser solidarios respaldando cada palabra del presidente bajo un sincero análisis para fortalecer el tren de la verdad y subir a más críticos e indecisos al viaje del cambio con rumbo.
La gran tarea de nuestro pueblo consiste en defender la hazaña del triunfo, creando un sentido de solidaridad que convierta a todos los mexicanos en artífices conscientes de un destino común: “Patria honesta y justa para todos”; nunca más de lo mismo, el tren llamado México viaja con rumbo directo a la libertad y en él no caben las indecisiones ni las dudas. El presidente y el proceso no son perfectos, pero juntos lo podemos hacer perfectible, porque nuestro sueño no es de riqueza, sino de transformación social con todos sus beneficios indistintamente.
El pueblo honesto, justo y libre, junto a los talentos progresistas y nacionalistas se mantiene en cohesión máxima; pueden agotarse los hombres, pero las ideas jamás. Sigamos adelante, la patria no puede esperar.
Luchamos con todo por un gobierno que gobierne para para y por el pueblo no por un gobierno mercantilista y traficante de poder,por eso no votamos por el prian ni permitiremos su regreso.

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