Por: Lorena Osornio E.
A inicio de esta semana, el lunes para ser exacta, datos demoscópicos revelaron que el presidente, Andrés Manuel López Obrador descendió dramáticamente sus índices de aceptación ante la ciudadanía; 10 puntos porcentuales aproximadamente; ni más, ni menos. Las causas, según especialistas, el desfachatado tratamiento que ha dado a temas sensibles como el desabasto de medicamentos, la violencia de género, la inseguridad, y en menor medida, el nulo crecimiento económico. Parece que inicia la debacle de la cuatro te, pues también en la última de sus giras, el tabasqueño recibió más abucheos que halagos; hasta amagó con hacer berrinche e irse si lo seguían molestando, salió más delicado que un jarrito de Tlaquepaque.
Por el contrario, en la Ciudad de México la mandataria todavía goza de 56 por ciento de aceptación y de 54 por ciento de confianza ciudadana, ello según la encuesta publicada, apenas un día después, el martes; por el periódico El Heraldo de México. Según la encuesta elaborada por Caudae Estrategias, el mayor logro de la administración sheinbaumpardista es el combate a la corrupción, mientras que la seguridad se percibe como la mayor problemática de la demarcación.
Pero antes de echar las campanas al vuelo conviene tomar un momento para analizar la procedencia de encuesta, pues algún interés oculto puede motivar las entusiastas cifras.
En julio del año pasado el gobierno capitalino anunció, con bombo y platillo, la renta de mil 855 patrullas por tres años, con un monto de 3 mil 299 millones 689 mil 994 pesos. En ese momento la científica intentó engañar a la gente con el argumento de que en esa transacción se consiguió un ahorro cercano a los mil millones. Pero cierto, en realidad hubo un sobre costo y se entregó el contrato a una empresa sin experiencia. Por si fuera poco, si se hacen cuentas cada patrullas costó poco más de dos millones de pesos.
Total Parts and Components S.A. de C.V. fue la empresa ganadora de la licitación pública, pero no pudo acreditar experiencia suficiente, pues únicamente pudo acreditar emitido una factura por menos de ochocientos pesos, por refacciones automotrices. Antes de que morena asumiera el poder, la empresa no se dedicaba a la renta de autos, venta de autos nuevos, mantenimiento ni nada que demostrara su experiencia para poder ganar una licitación de este tipo.
¿Cómo ganó la licitación entonces?, sencillo. A través de lo que se llama “tercerización de Servicios” la verdadera empresa ganadora del contrato fue, nada más y nada menos que “Grupo Andrade”, dueño de una de las redes de distribución de autos nuevos más grandes de México y dueño del periódico El Heraldo.
Dicen los abuelos, piensa mal y acertarás, y en esta caso, la asociación de ideas y de intereses es inequívoca, tres mil millones a cambio de patrullas caras y encuetas a modo, chayotazo moderno y negocio redondo
Sé el primero en comentar