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Por más esfuerzos y campañas graciosas, PRI no levanta

El característico color rojo que identifica al priismo, hace pensar también en el pigmento que tienen muchas especies de cangrejos, pero la analogía no sólo se concreta a cuestiones cromáticas, pues igual que el cangrejo, el PRI va en franco retroceso.

Y es que los esfuerzos que hace la dirigencia por reposicionarse en la aceptación social no dan el resultado deseado, por el contrario, tienen en efecto contrario pues a la fecha, el tricolor sólo ha podido conservar aproximadamente el 24 por ciento de sus militancia.

Hoy en día las filas priistas no conserva ni a los priistas que votaron por Alejandro Moreno para llegar a la dirigencia nacional, ello según la validación del padrón que realizó el Instituto Nacional Electoral. Llama la atención, además, que el PRI es uno de los partidos que más registros irregulares de militantes tiene, por lo que se ha hecho acreedor a sanciones por parte de la autoridad electoral.

Resulta que muchos de los ciudadanos que aparecían en la base de datos del partido, nunca dieron su consentimiento para afiliarse al partido, o habían solicitado su renuncia pero no procedía.

El INE refiere que el tricolor perdió 76 por ciento de sus afiliados, pues de 6.5 millones solamente conserva 1.5 millones. Muchos de ellos ya forman parte de la maquinaria morenista y otros más decidieron mantenerse en el sector independiente.

Y es que un millón y medio de afiliados, no alcanzan a los 1.6 millones de priistas que ungieron a Moreno Cárdenas en 2019, aunque en esa época se denunció que el padrón estaba inflado, lo que probablemente indique que ni siquiera ellos eligieron a Alito.

Por lo menos, ese proceso ocasionó la renuncia de destacados priistas como Ivonne Ortega y José Narro, quienes también buscaban asirse de las riendas tricolores, pero ante una campaña cargada, decidieron declinar.
Moreno fue electo por 1.6 millones de priistas en 2019. Sin embargo, en ese proceso interno, Ivonne Ortega y Ulises Ruiz, también aspirantes a dirigir el partido, denunciaron que el padrón estaba inflado.

Para Ruiz Ortiz, fue durante la presidencia de César Camacho cuando se organizó un proceso de afiliación corporativa; mientras que Ortega Pacheco denunció afiliaciones en masa en estados afines a Moreno Cárdenas, como Coahuila y Campeche.

Pero la disminución de militantes no es el único problema pues tras los embates oficiales para reducir los presupuestos de los partidos, fuentes internas aseguran que al menos 30 por ciento de la plantilla laboral será despedida en próximas fechas.

Así que el panorama para el revolucionario no es nada esperanzador, pues para 2021 la caballada llegará todavía más flaca de lo que está hoy.

Ni yendo a bailar a Chalma lograrán más adeptos, los más importantes tal vez convenzan al ex legislador Sergio Jiménez Barrios a que se alejen definitivamente del PRI.

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