Por: Lorena Osornio E.
La contingencia por COVID-19 no ha hecho más que destapar las cloacas que desde hace mucho estaban solo cubiertas por tablitas endebles y que ya no aguantan más, entre ellas las ya muy mencionadas irregularidades en los servicios de salud que nadie ha querido solucionar y por supuesto cuando lo hacen es solo por dar una nota positiva y temporal.
Resulta que en el “una limosnita por el amor de Dios” de la 4T más reciente la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum extendió su generosa mano para sacar de su bolsa dos meses de su sueldo – alrededor de unos 156 mil pesos- para contratar nuevos médicos.
No es mucho si pensamos que el sueldo base de un médico del IMSS es de $11,800 y con la cantidad donada se pagaría el sueldo base de 6 médicos en un mes.
Y tal vez sería alentador de alguna manera si sumamos a los muchos funcionarios, diputados y senadores solidarios que están haciendo gala de generosidad en Twitter sumándose a esta noble causa sin más pago a su generosidad que el toque sobre el corazón de “me gusta” de aprobación en el Twitter y que ayudarán para que la cantidad de personal aumente.
Y así es como se comenzará a escribir la historia de solidaridad de los que más tienen para ayudar al “pueblo pobre” y de pasada a los médicos generales, enfermeros, y personal que haga falta para atender a la contingencia.
¡NO! No se engañen esto no es una estrategia de gobierno, por más plataformas de apoyo y transparencia que abran para darle a conocer a la población en que se gastó su generosa donación.
Hacen falta más que actos de relumbrón para darle a la ciudadanía la servicios de calidad, atención con calidad y dignidad y certeza laboral a quienes piensan contratar, porque no nos han dicho ¿qué pasará con este personal al terminar la contingencia?
Tal vez no sea el momento oportuno para cantárselos pero ¿qué pasa con los residentes que se quejan por el poco apoyo que se les da, con el personal de médico en tu casa que labora en situación irregular, con la red médica de 911 y los de nómina 8 que son alrededor de 10 mil médicos, médicas, enfermeros y enfermeras como los nombra la Jefa de Gobierno? ¿Cuándo existirá una respuesta positiva a sus demandas?
¿Hasta dónde les alcanzará el generoso donativo? y ¿hasta donde les asegurarán un lugar que les proporcione seguridad laboral y no sólo un trabajo temporal o emergente que les dará, si la satisfacción de haber contribuido en momentos difíciles con su conocimiento y destreza, pero de ningún modo les garantiza tener trabajo y sustento cuando esto pase?
Exigimos un gobierno serio y capaz de paliar todas las situaciones dignamente y no solo con ocurrencias. Y si no saben pregunten que es mejor ser asesorados por quienes saben a guiarse sólo por ocurrencias.
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